La Revolución Mexicana forma parte de las primeras revoluciones sociales que cuestionaron las estructuras sociales en las que imperaba la desigualdad, produciendo el reconocimiento de derechos sociales, es decir, los derechos que tiene la población en su conjunto o grandes partes de ella, como en el caso de México, y que también condujeron al establecimiento de nuevas estructuras económicas y sociales, basadas en las ideas socialistas, como en el caso de Rusia y China. La revolución Mexicana es la primera gran revolución social del siglo XX. Aunque se marca como fecha de inicio el 20 de noviembre de 1910, cuando Francisco I. Madero, ante la nueva reelección presidencial de Porfirio Díaz, llama mediante el Plan de San Luis al pueblo al levantarse en armas, desde tiempo atrás se venían sucediendo durante la dictadura porfirista fuertes muestras de inconformidad por el monopolio político, la represión, el despojo de tierras a campesinos, la ausencia de derechos ciudadanos, el sometimiento del país a los grandes capitales extranjeros, la falta de derechos obreros y la desigualdad social. En la Revolución Mexicana participaron amplios sectores de la población movidos por intereses particulares. Mientras los grupos pertenecientes a los sectores ricos vieron oportunidad para desplazar a los capitales extranjeros, los campesinos y trabajadores en general deseaban terminar con la opresíón que padecían. Así, los anhelos de justicia social y libertad política se mezclaban con los de cambio político y desarrollo social nacional. Una de las fechas más aceptadas como el fin de la Revolución Mexicana es el 5 de febrero de 1917, con la promulgación de una nueva Constitución, aunque varios grupos seguían luchando en el país. La Constitución de 1917 establece las bases del nuevo Estado mexicano e incorpora reformas sociales, contenidas en sus artículos 3, que garantizaba el derecho a la educación; el 27, que declara que en principio la propiedad de las tierras, aguas y recursos del subsuelo pertenecían originalmente a la nación; y 123, que estableció los derechos de los trabajadores. Por su parte de la Revolución Socialista Rusa tuvo lugar en octubre de 1917; sus antecedentes y causas también se venían acumulando desde tiempo atrás. El imperio ruso era gobernado por los zares, quienes concentraban todos los poderes, decretaban las leyes, designaban ministros y tenían autoridad religiosa. Rusia era un país principalmente agrícola, con una industria que se empezaba a desarrollar; campesinos y obreros industriales carecían de todo tipo de derechos y sus salarios eran mínimos. En los últimos años del siglo XIX, había ciertos movimientos de oposición al zarismo.
A la revolución de octubre de 1917, le anteceden dos movimientos revolucionarios: 1905, con el que el pueblo ruso logró ciertas libertades políticas, como la creación de un Parlamento ( Duma)
La revolución China es fruto de un proceso que tiene como antecedente una serie de guerras anteimperialistas, ya que en China fue objeto de la penetración. En 1911, estalla una insurrección que establece la República en 1912, terminando con el periodo imperial.
Opinión: Es muy bueno el tema ya que es fácil de comprender aunque es un poco extenso pero es muy interesante.
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